domingo, 30 de septiembre de 2012

Un continuo cambio


En la premisa "renovarse o morir", la opción que nos queda es renovarse.

Antes el profesor era el que todo lo sabía y el que sabía más que nadie, y sus conocimientos estaban por encima de todo. Hoy esos conocimientos quedan obsoletos en muy poco tiempo. 

Cuando era pequeña, hacer un trabajo sobre un personaje importante, consistía en copiar páginas y páginas de la enciclopedia  acerca de la vida y obras. Lo hacíamos a mano, bien es cierto, y elegíamos al que tenía mejor letra del equipo, y los profesores no se quejaban por la letra de mosquito o de elefante; la de elefante era la más utilizada para ocupar más folios. Hoy la tecnología te permite hacer un "copia y pega", donde el alumno, en la mayoría de ocasiones no se lee lo que entrega, simplemente copia e imprime. De este modo no se fomenta la capacidad de crear, inventar o imaginar del alumno.
La clave está en cambiar los métodos y la forma, innovar, crear e imaginar en la enseñanza. Hay que enseñar al alumno a aprender él solo, a formarse él solo, a que sepa buscar, a que sepa entender, analizar, descifrar, sacar sus propias conclusiones, a elaborar su propia crítica. Por ello, las TIC son una gran herramienta para la educación, pero siempre hay que saber emplearlas, no solo de un modo informativo si no para informarse y crear información.
Porque la vida y el trabajo, son un aprendizaje continuo del día a día, donde nunca dejamos de aprender cosas nuevas. No hay tope, siempre estamos formándonos y reciclándolos, los conocimientos van cambiando, se descubren nuevas fórmulas, nuevas teorías…


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